El verano es una época difícil para practicar deporte, por ello adecuar la alimentación y cambiar ciertos hábitos pueden ayudarte a superar las dificultades de esta época sin renunciar a hacer ejercicio. Practicar ejercicio es un aspecto esencial para mantener la forma (como ya comentábamos), pero no hay que descuidar la dieta. Si quieres mantenerte activo, lo que comas y bebas será tu mejor combustible, pero las exigencias del verano hacen que no todo valga. Aquí tienes unas recomendaciones:
-Ajusta tus raciones diarias
Ajusta tus raciones a tu gasto calorico, si reduces tu práctica deportiva reduce también tu ingesta de calorías. Puedes concederte algún capricho, pero sin pasarte.
-Consume alimentos de temporada
La sandia y el melón son los reyes de la fruta en esta época, son ricos en potasio y antioxidantes y te mantendrán bien hidratado dado su alto contenido en agua. La pera, las cerezas, la uvas y el plátano, son otras de las frutas que recomendamos por su contenido en magnesio, potasio y antioxidantes.
-Ojo con el pan
A ser posible, consúmelo integral, te ayudará a mantener la línea.
-Las proteínas
Mejor si provienen de carnes blancas, o de pescados como el atún. Te ayudarán a recuperarte después de hacer ejercicio y son muy versátiles a la hora de cocinarlos.
-Ricas ensaladas
Una única condición a la hora de consumirlas, evita las salsas.
-Hidratación, hidratación e hidratación
Durante el ejercicio se pierde gran cantidad de agua, pero si además estamos en verano, el calor hace que se pierda mas aún. Bebe agua sin esperar a tener sed. Evita el alcohol y la cafeína o bebidas muy azucaradas. Si quieres saber si estás bien hidratado, comprueba que tu orina sea clara y que no haya demasiada diferencia de peso entre antes y después de la práctica.